Veinte millones de personas están encerradas. No pueden salir de sus casas. Algo similar a lo que vivimos en Argentina durante la primera ola de la pandemia. Pero ya pasaron dos años de eso. Sin embargo, el fantasma de la covid-19 sigue presente y en algunas zonas del mundo parece corporizarse cada día más. Es lo que está pasando en China, más precisamente en Shangai, donde el gobierno decidió tomar medidas drásticas ante un nuevo rebrote de la enfermedad nada menos que en el mismo país en el que todo comenzó.
Los rebrotes en China ponen en alerta otra vez al mundoEl gigante asiático sufre el mayor brote de coronavirus registrado desde que comenzó la pandemia. Esto equivale, según sus datos oficiales, a más de 20.000 casos activos y más de 200.000 asintomáticos repartidos en varias provincias, aunque con un brote de más de 200.000 contagios desde marzo. En términos porcentuales, en un país de más de 1.400 millones de personas, estas cifras son muy inferiores a las registradas actualmente en otros países de Europa o América. Sin embargo, hay factores que inciden en esta situación epidemiológica en China, sobre todo la baja efectividad de sus vacunas (Sinopharm y Sinovac, principalmente), inferior a las de ARN mensajero que se colocó en casi todo el mundo y al bajo porcentaje de mayores de 60 años sin vacunar o sin la pauta completa.
China confinó a la mitad de Shanghai por otro brote de coronavirusEn China murieron menos de 5.000 personas por Covid y la mayoría de ellas, en la etapa inicial de propagación del virus, al contrario por ejemplo de lo que pasó en Estados Unidos, con casi un millón de muertes por covid y más de 80 millones de casos, siendo que su población es menos de una cuarta parte de la China.
El principal enemigo a vencer sigue siendo la variante Ómicron, que tiene tres veces más probabilidades de propagarse que la variante Delta. Ninguna de las vacunas creadas para proteger contra la original funciona tan bien, especialmente en poblaciones que no experimentaron picos en los últimos dos años, como es el caso de muchas localidades en China.
Ante un nuevo brote de coronavirus, China confinó una ciudad de 9 millones de habitantesPero viendo lo que pasa en un país como China, con una enorme densidad demográfica, ¿podemos volver a vivir una situación similar en Argentina? Según Gustavo Costilla Campero, jefe de la Dirección de Infectología del Hospital Padila, siempre puede haber una probabilidad. “Hace dos años que se decretó la pandemia, y la pandemia continúa, no ha finalizado en el mundo. No es uniforme en todas las regiones, y continuamos en pandemia mientras ocurren diferentes brotes en distintos lugares, con diferentes fases, algunas comenzando y otras finalizando”, explicó Campero a LA GACETA. “Actualmente en algunos países de Asia o Europa siguen con incidencias elevadas y esto está planteando un gran desafío para lograr el control de la pandemia. En China están con un brote intenso y están tomando varias medidas de precaución como el aislamiento social para frenar la propagación de la epidemia lo antes posible y sobre todo con la idea de que no colapse el sistema sanitario. Ahora, este aumento de casos en China sucede en parte porque la tasa de vacunación no es muy alta en muchas regiones, y principalmente se debe a que la variante Ómicron y sus subvariantes son altamente transmisibles”, agregó el especialista.
China aísla otra ciudad por covid¿Cómo estamos en Argentina?, se le preguntó. “Tengamos en cuenta qué es lo que está pasando en nuestro país. Si bien la incidencia en Tucumán descendió abruptamente, aún tenemos la circulación del coronavirus con transmisión comunitaria y por eso todavía tenemos algunos casos y vamos a seguir viendo casos de covid-19 por varias semanas más. Teniendo presentes estos altos niveles de transmisión en varios países, aún no podemos afirmar que estamos al fin de la pandemia y que se pasó a una endemicidad, es decir que el estado de endemia no está garantizado. Hay que tener en cuenta que todos los días sigue muriendo gente en el mundo por covid-19 y por eso no entiendo a quienes dicen que la pandemia terminó”, respondió. Y agregó: “Lo que pasa en China debería ser una alerta y un espejo para cualquier país. Rebrotes pueden ocurrir en cualquier parte mientras no disminuya la transmisión y hay que tener en cuenta algo muy importante y es que el virus tiene una alta capacidad de mutación y que pueden surgir nuevas variantes mientras tengamos este nivel de transmisibilidad en el mundo”.
En ese sentido, el infectólogo Roberto Debbag también fue consultado sobre si un recrudecimiento de la pandemia es posible en la Argentina, y respondió: “Creo que no. Y lo creo porque aquí tuvimos impacto de la variante Ómicron BA.1 hace menos de seis meses, lo que generó niveles de inmunidad natural en la población que aún perduran”.
Al respecto, Costilla Campero explicó que “puede surgir una nueva variante que logre escapar a la inmunidad que generan las vacunas y que logre evadir la protección de los tratamientos que se han propuesto y que están saliendo últimamente. Esto sigue siendo muy latente aunque tengamos mucha gente que se haya contagiado en la primera ola de la pandemia y haya un alto porcentaje de la población que ya tiene la vacuna”. “Esto ya va dejando una inmunidad y una protección más amplia. Eso no significa que no se pueden volver a infectar y por otra parte debido a lo imprevisible del coronavirus es difícil saber qué va a suceder en los próximos meses, sobre todo en los meses más fríos que vamos a tener”, razonó. Justamente en relación con las condiciones climáticas que comenzarán a imperar en las próximas semanas, Costilla Campero consideró que “en invierno la gente está más en lugares cerrados, con mayor transmisión. Lo más probable es que tengamos un nivel de transmisión más rápido y más elevado y que tengamos otra vez algunos problemas, que pueden ser de diversa magnitud e incluso se está previendo que puede haber un aumento abrupto de casos”. “Tenemos que estar atentos en los próximos meses a ver si el virus cambia y es capaz de evitar la inmunidad de las vacunas que tenemos actualmente. También tenemos que tener en cuenta que en nuestra provincia hay mucha gente que aún no ha llegado a vacunarse adecuadamente con una o dos dosis, y que no llegaron a la tercera y sobre todo que la inmunidad de los refuerzos de la vacuna también va a bajar luego de algunos meses desde la última dosis, por lo que se debería aplicar a la brevedad un nuevo refuerzo contra la variante Ómicron a toda la población, dando prioridad al personal de salud, a los mayores de 50 años y a las personas con comorbilidades principalmente”, dijo.
El especialista recordó que “estamos en el tercer año y debemos seguir manteniendo la alerta, hacer un monitoreo de lo que ocurra en los próximos meses, seguir atentamente el desarrollo de las variantes y de las vacunas, sobre todo contra Ómicron que saldrán en los próximos meses”. Y remarcó: “debemos mantener cautela y debemos tener mucha precaución en levantar todas las restricciones tan rápidamente como se está proponiendo, como la vigilancia, el testeo o la evaluación y consulta en los consultorios febriles. Algunos hasta proponen suprimir el uso del barbijo y yo creo que debemos seguir con cuidados personales y poblaciones en los próximos meses. Esto todavía no terminó”.